CANTAR ALABANZAS!!! INTERESARSE EN LOS DEMÁS!!!!

Cantad Alabanzas

Tributemos alabanza y acción de gracias por medio del canto. Cuando nos veamos tentados, en vez de dar expresión a nuestros sentimientos, entonemos con fe un himno de acción de gracias a Dios.

El canto es un arma que siempre podemos esgrimir contra el desaliento. 

 El canto es un arma que siempre podemos esgrimir contra el desaliento. Abriendo así nuestro corazón a los rayos de luz de la presencia del Salvador, encontraremos salud y recibiremos su bendición.

«Alabad a Jehová, porque es bueno;»porque para siempre es su misericordia.»Díganlo los redimidos de Jehová,»los que ha redimido del poder del enemigo.» «(Salmo 107:1, 2.)

«Cantadle, cantadle salmos:»hablad de todas sus maravillas.»Gloriaos en su santo nombre:»alégrese el corazón de los que buscan a Jehová.» «(Salmo 105:2, 3.)

«Porque sació al alma menesterosa,»y llenó de bien al alma hambrienta.»Los que moraban en tinieblas y sombra de muerte,»aprisionados en aflicción y en hierros, …»luego que clamaron a Jehová en su angustia,»librólos de sus aflicciones.»Sacólos de las tinieblas y de la sombra de muerte,»y rompió sus prisiones.»Alaben la misericordia de Jehová,»y sus maravillas para con los hijos de los hombres.» «(Salmo 107:9-15.)

«¿Por qué te abates, oh alma mía,»y por qué te conturbas en mí?»Espera a Dios;»porque aún le tengo de alabar;»es él salvamento delante de mí,»y el Dios mío.» (Salmo 42:11.)

«Dad gracias en todo; porque ésta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.» (1 Tesalonicenses 5:18.)

Este mandato es una seguridad de que aun las cosas que parecen opuestas a nuestro bien redundarán en beneficio nuestro. Dios no nos mandaría que fuéramos agradecidos por lo que nos perjudicara.

«Jehová es mi luz y mi salvación:»¿de quién temeré?»Jehová es la fortaleza de mi vida:»¿de quién he de atemorizarme? …»Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal;»ocultaráme en lo reservado de su pabellón, …»y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo:»Cantaré y salmearé a Jehová.» (Salmo 27: 1, 5, 6.)

«Resignadamente esperé a Jehová,»e inclinóse a mí, y oyó mi clamor.»E hízome sacar de un lago de miseria, del lodo cenagoso;»y puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.»Puso luego en mi boca canción nueva, alabanza a nuestro Dios.» «(Salmo 40:1-3.)

«Jehová es mi fortaleza y mi escudo:»en él esperó mi corazón, y fui ayudado;»por lo que se gozó mi corazón,»y con mi canción le alabaré.» «(Salmo 28:7.)

Uno de los mayores obstáculos para el restablecimiento de los enfermos es la concentración de su atención en sí mismos. Muchos inválidos se figuran que todos deben otorgarles simpatía y ayuda, cuando lo que necesitan es que su atención se distraiga de sí mismos, para interesarse en los demás.

Muchas veces se solicitan oraciones por los afligidos, los tristes y los desalentados, y esto es correcto. Debemos orar porque Dios derrame luz en la mente entenebrecida, y consuele al corazón entristecido. Pero Dios responde a la oración hecha en favor de quienes se colocan en el canal de sus bendiciones. Al par que rogamos por estos afligidos, debemos animarlos a que hagan algo en auxilio de otros más necesitados que ellos. Las tinieblas se desvanecerán de sus corazones al procurar ayudar a otros. Al tratar de consolar a los demás con el consuelo que hemos recibido, la bendición refluye sobre nosotros.

El capítulo cincuenta y ocho de Isaías es una receta para las enfermedades del cuerpo y el alma. Si deseamos tener salud y el verdadero gozo de la vida, debemos practicar las reglas dadas en este pasaje. Acerca del servicio que agrada a Dios y acerca de las bendiciones que nos reporta, dice el Señor:

«El ayuno que yo escogí,…»¿no es que partas tu pan con el hambriento,»y a los pobres errantes metas en casa;»que cuando vieres al desnudo, lo cubras,»y no te escondas de tu carne?»Entonces nacerá tu luz como el alba,»y tu salud se dejará ver presto;»e irá tu justicia delante de ti,»y la gloria de Jehová será tu retaguardia. «Entonces invocarás, y oirte ha Jehová:»clamarás, y dirá él: Heme aquí.»Si quitares de en medio de ti, el yugo,»el extender el dedo, y hablar vanidad;»y si derramares tu alma al hambriento,»y saciares el alma afligida,»en las tinieblas nacerá tu luz,»y tu obscuridad será como el mediodía;»y Jehová te pastoreará siempre,»y en las sequías hartará tu alma,»y engordará tus huesos;»y serás como huerta de riego,»y como manadero de aguas,»cuyas aguas nunca faltan.» «(Isaías 58.7-11.)

Las buenas acciones son una doble bendición, pues aprovechan al que las hace y al que recibe sus beneficios. La conciencia de haber hecho el bien es una de las mejores medicinas para las mentes y los cuerpos enfermos. Cuando el espíritu goza de libertad y dicha por el sentimiento del deber cumplido y por haber proporcionado felicidad a otros, la influencia alegre y reconstituyente que de ello resulta infunde vida nueva al ser entero. {MC 199.1}

Dejanos tu Comentario

This site is protected by wp-copyrightpro.com